EL RETORNO DE LA DIOSA EGIPCIA

Nevaba fuerte, era una madrugada muy fría, Alfredo caminaba solo sin rumbo fijo por las calles de la ciudad, con el rostro desencajado, sin ganas de vivir, entro por un callejón, saco un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió, se sentó en la banqueta para fumar, de pronto escucho unos quejidos que provenían del depósito de basura, pensó que era producto de su imaginación o tal vez, producto del viento que hacía, pero los lamentos se escuchaban más fuerte, no tuvo más remedio que ir hacia el lugar de donde provenían, metió la mano al bolsillo de su pantalón y saco su encendedor y con el alumbró el fondo del contenedor de basura, se llevó una gran sorpresa, al ver que en el interior estaba una mujer completamente desnuda, temblando de frío con huellas de maltrato en su piel, de inmediato se apresuró a cubrirla con su abrigo, la levanto en brazos y la llevo a su casa, le brindo los primeros auxilios, la mujer estaba muy asustada, el miedo se reflejaba en sus ojos, no hablaba, Alfredo le pregunto varias veces, que le había sucedido, pero ella no movía los labios, estaba paralizada del miedo, le dio a beber un poco de té caliente, y la cubrió con una cobija y se quedó cuidándola hasta que se quedó dormida.

Al día siguiente, le preparo el desayuno, ella lo devoro se veía que estaba hambrienta, así pasaron varios días sin  que ella dijera palabra alguna solo se daba a entender con señas, Alfredo le fue tomando cariño, era viudo hace 10 años, y vivía solo desde entonces, nunca tuvo hijos era estéril, la mujer poco a poco se fue recuperando aunque no dejaba de ser arisca, siempre estaba a la defensiva, mientras todo parecía normal; en el vecindario empezaron a ocurrir hechos indescriptibles, los animales del barrio en especial los perros empezaron a desaparecer sin dejar huella alguna, esto ya preocupaba a los vecinos, que no entendían él porque estaba sucediendo eso.
La policía empezó a investigar el caso sin resultados, y los días pasaban sin que nada se supiera, la anciana que vivía en la parte trasera, salía a las calles a gritar que el demonio había vuelto del infierno, nadie le hacía caso, porque pensaban que estaba loca, un día la anciana se paró frente a la casa de Alfredo gritando,

 -¡el demonio ésta dentro, que dios nos ampare!-

Varios vecinos, se quedaron extrañados de la actitud de la anciana,
Se quedaron viendo para la casa de Alfredo, sorprendidos vieron a la mujer salir de la casa con el rostro pálido y ojeroso, cuando ella salió, el patio se empezó a llenar de gatos que maullaban a grito abierto, un escalofrío corrió por la piel de cada uno de los mirones, que se alejaron con miedo.

A partir de ese día el patio estaba lleno de gatos, como si fueran guardianes, la policía dejo de investigar,
Hasta que una noche… un joven desapareció y fue encontrado asesinado sin entrañas en un contenedor de basura,
La gente se llenó de terror, y empezaron a creer lo que la anciana decía, por el aspecto de la extraña mujer pensaron que ella podría ser la culpable, y fueron a exigirle a la policía que investigara a la mujer, la policía no podía hacer nada, puesto que no había pruebas que ella fuera la causante de ese espeluznante asesinato.
A los pocos días otro asesinato se registraba, esta vez el cuerpo estaba desgarrado como por las garras de un tigre, su cuello estaba destrozado, y así como pasaba el tiempo sucedían más asesinatos principalmente en jóvenes de entre los 18 y 24 años de edad.
La anciana no dejaba de gritar por las calles que el demonio había vuelto del infierno, hasta que un día encontraron su cuerpo sin ojos y sin lengua destrozado en el monte,


La gente no podía esperar más tiempo ya la ola de terror se había apoderado del vecindario, ya nadie podía salir de noche a la calle, porque temían correr con la misma suerte, la policía a petición y exigencia de los vecinos fueron a interrogar a Alfredo y no encontraron nada en la mujer ni en esa casa, lo único extraño solo era la cantidad de gatos que merodeaban en el patio unos sentados en la puerta como guardianes.

Pero la gente no se quedaría esperando a que sus hijos fueran los próximos asesinados, y formaron varios grupos de vigilancia estaban dispuestos a dar con el asesino.

Pasaron varias noches montando guardia principalmente en la casa de Alfredo, y no sucedía nada extraño que no fueran los gatos en el patio.

Hasta que una noche… vieron salir a la misteriosa mujer, vestida de negro con su larga cabellera oscura y ojos destellantes como los rayos del sol, su cuerpo erguido parecía que flotaba,  los gatos iban detrás como fieles guardianes cuidándola.
Sin que ella se diera cuenta la siguieron.
Vieron cómo se metían al sótano de una vieja iglesia en ruinas que estaba en el vecindario vecino, con asombro sin poder creerlo vieron como los gatos le hacían reverencia, llamándole _ ¡oh salve gran diosa!-  

La gente estaba paralizada escondida presenciando lo que ocurría,
Pero no terminaba ahí, ante el asombro de los hombres que la siguieron, la mujer se empezó a convulsionar transformándose en un felino humanoide. Le crecieron las orejas como a los gatos, garras en sus dedos de manos y pies, y cola de gato, sus ojos se volvieron rojo carmesí, y sus dientes se convirtieron en colmillos, y los demás gatos poco a poco iban tomando forma humanoide, dos de ellos se dirigieron a una cueva en el sótano, tenían a un joven dentro, lo sacaron y lo llevaron ante la diosa felina, y en medio de un ritual, la diosa poseía al joven hombre, hasta hacerlo derramar sus fluidos dentro de ella mientras el rostro del hombre tenía el terror reflejado en sus ojos y rostro.

Ya terminado el acto sexual, vieron como ella desgarraba la piel del hombre, y sacaba su corazón para devorarlo frenéticamente.

Después, el cuerpo lo tiraba a sus súbditos que con atrocidad lo devoraban arrancándole las extremidades.

Aterrorizados los hombres huyeron a sus casa al día siguiente se juntaron para contar lo sucedido a los demás.

Uno de los ancianos dijo que al parecer era la reencarnación de una antigua diosa egipcia, uno de los demás busco datos en internet, investigaron, y por los datos observados se dieron cuenta que sí, era la diosa Sekhmet que había vuelto reencarnada para tomar venganza hacia aquellos que la habían destruido miles de años atrás, ella juro antes de morir que un día regresaría, y así empezaron a recopilar información de las familias de los asesinados, y todos eran descendientes de los que condenaron a Sekhmet, ahora como acabar con ella se preguntaban.

El anciano dijo que tenía que matarla el último descendiente del rey Ukar egipcio que condeno a Sekhmet a la muerte.

Y todos asombrados por toda la información que sacaron acerca de que el ultimo descendiente era Alfredo, el por herencia de familia debería tener la daga sagrada con la cual daría muerte llegado el momento a Sekhmet.

La población no podía esperar más y fueron a la oficina de Alfredo para hablar con él, llevando los resultados de la investigación, asombrado e incrédulo los escuchaba ya que el en el tiempo de convivir con esa mujer le había tomado mucho cariño.

Pero ante las pruebas presentadas, no le quedo más que aceptarlo.

Regreso a su casa y busco en un baúl viejo que tenía en el sótano y encontró la vieja daga heredada por sus padres la cual había pasado de generación en generación, y que solo la conservaba por tradición, pero nunca le había tomado importancia, al abrir el estuche donde se encontraba. En el fondo venia un pequeño y viejo pergamino lo leyó con detenimiento eran instrucciones de como matar a la diosa egipcia, tenía que ser en una noche de luna roja cuando ella se encontrara dormida bajo un ritual esperando los rayos de la luna que iluminaran su cuerpo haciéndola inmortal, también se mencionaba un sacrificio humano para convertirla en un ser con más poder difícil de destruir.

Ella solo quería apoderarse de la humanidad esclavizándola para saciar su sed de sangre.


La luna roja era un fenómeno que se daba cada 100 años y en 2 días se cumpliría esa fecha, no había tiempo que perder, la gente se organizó para acabar con el demonio como le llamaban, y esperaron la noche de luna roja.

Pero no contaban con que Sekhmet tenía un propósito, ella sabía que Alfredo era el último descendiente de Ra, el dios que la condeno a la muerte, así que espero pacientemente a que el durmiera, lo ato y lo mantuvo cautivo hasta que llegara esa noche la gente preparada se encontraba ya en el lugar, solo que algo los lleno de miedo, vieron como los seguidores de la diosa llevaban a Alfredo atado y amordazado y su cuerpo lo pusieron en una piedra que la hacía de altar, mientras todos lo vigilaban, ella preparaba el ritual, la luna pronto se dejaría ver en el cielo ya no había tiempo que perder, desnudó su cuerpo y se recostó en otra piedra cubierta de lirios y rosas negras todos los felinos estaban atentos en el ritual esperando a que su diosa se convirtiera en inmortal, para posteriormente ellos tomaran su forma humanoide para siempre.

Estaban tan ensimismados que no se percataron que Alfredo despertaba, uno de los pequeños que iba con los demás se deslizo entre las sombras arrastrándose hasta llegar a Alfredo para desatarlo, pero la cuerda era muy gruesa, solo que Alfredo recordó que la daga la traía guardada en su bota izquierda, se lo susurro al niño que con demasiada cautela saco la daga de la bota de Alfredo y corto la soga que lo tenía cautivo.

Le pidió al niño que se escondiera mientras él veía la manera de acabar con Sekhmet, todos los felinos transformados en humanoide, danzaban y alababan a Sekhmet, ella cayó en un sueño profundo, cosa que la gente aprovecho para distraer a los gatos con fuego, ellos corrieron para ver de dónde provenía el fuego y salvaguardar a su diosa, mientras otro grupo de gente aprovechaba para cuidar las espaldas a Alfredo que sigilosamente se acercó al cuerpo de Sekhmet para clavar la daga de oro en su corazón antes de que la luna roja estuviera en el punto más alto del cielo, ella sintió y abrió los ojos tomando a Alfredo del cuello y lanzándolo lejos, de sus ojos salían rayos y de sus manos llamas, mientras por otro lado los demás sometían a todos los humanoides felinos acabando con la vida de ellos.

Alfredo se levantó rápidamente y Sekhmet salto sobre de él tirándolo de nuevo al suelo arrebatándole la daga, la luna subía rápidamente el tiempo se acababa, ella alzo la daga para clavarla en el corazón de Alfredo, pero Alex uno del grupo llevaba su escopeta y disparo a Sekhmet que sucumbió al entrar la bala en su cuerpo, y soltó la daga que Alfredo ágilmente tomo en sus manos y antes de que Sekhmet se incorporara la clavo en su corazón, un grito aterrador salió de su garganta cimbrando el lugar.

Inmediatamente pusieron el cuerpo de la diosa sobre el altar poniendo leña alrededor para prenderle lumbre y así acabar con la maldición.

Vieron cómo se consumía el cuerpo bajo las llamas que ardían embravecidas quedando solo cenizas,
Al ver que ya no quedaba nada se marcharon con una gran huella en sus vidas que sería muy difícil de borrar de sus mentes esa pesadilla vivida,

Cuando todos se habían marchado, un anciano cubierto por una capa negra salió de la nada con una pequeña vasija en sus manos y recogió las cenizas de la diosa felina guardándolas en el pequeño cofre depositando un medallón de oro cubierto de piedras preciosas que formaban un símbolo y se alejó del lugar en medio de la noche…

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6 comentarios:

  1. maravillosa historia amor me gusto aww el retorno de la diosa egipcia vampirical v""v

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  2. me alegro que te haya gustado me arriesge a hacer este relato haber que aceptacion tiene ahora que lo suba a facebook

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  3. wow k bello a mi me encanto

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    1. gracias gabriela me alegro que te haya gustado

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  4. muy bueno mi querida Dama, me encanta como escribes ;)

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